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viernes, 3 de enero de 2014

Historias de algunas Instituciones de Villarrica II

La Iglesia Catedral de Villarrica

Los franciscanos siempre acompañaron en todas sus mudanzas a Villarrica. Ya en el año 1683 construyeron un pequeño oratorio en el mismo lugar donde hoy majestuosamente se encuentra la Iglesia Catedral.


Su actual torre era inicialmente de madera y estaba situada a uno de los lados. Un temporal ocasionó su caída en 1877 por lo que se organizó su reconstrucción. Para sus arreglos internos se utilizaron materiales pertenecientes a los franciscanos.


El 8 de diciembre de 1878 se puso la primera piedra. El Cura capuchino Salvador Maria de Napoles - pârroco de villarrica desde el 18 de octubre de 1872 - pronuncio un vibrante discurso y desde el dia siguiente el constructor José Cordobés y sus operarios iniciaron la obra de la futura Catedral de Villarrica. Poco tiempo duro el entusiasmo y el presupuesto para la construccion (como las obras actuales) y ésta tuvo que parar. Las paredes del templo quedaron a la altura de los primeros arcos.

El padre Nápoles regreso a Italia para ser nombrado por el papa Pío IX, arzobispo de Trento. Villarrica lloro su ida y no en valde fue llamado "pa'i Salvador". Este habíia salvado en Isla Po'i (Humaitá) la vida del valiente coronel Francisco Martínez.


La iglesia Catedral en 1904

En 1886 continuaron vivamente las obras bajo patrocinio y ayuda del municipio gracias al proyecto Marcelino Rodas y al nuevo párroco Miguel Maldonado. Los trabajos fueron entregados a los constructores Galparoli y Fraga que comenzaron en octubre de ese año y terminaron en el año 1891 gracias tambien al apoyo de distinguidas damas de la sociedad guaireña.

El primer altar tenía retablo dorado y se componía de seís nichos traídos de Misiones. Este altar mutilado y hoy quedan 3 nichos y con mucho valor artisticos perdido. Siguen en el altar las imágenes de San Francisco de Asís y la Inmaculada Concepcion que en 1854 fueron trasladadas desde el "Convento Cue" en ruinas, segun lo relata don Evaristo Fernández Decamilli (1901 - 1963).

El edificio tiene forma de cruz latina y en su decoración exterior tiene influencias neorrománicas. 


                                                     En 1920

La Catedral tiene una superficie de 2.312 m2 y su parte interna ocupa 1.366 m2 para albergar a 2.000 personas en sus 3 naves y las 2 ábsides. La Catedral fue elevada a esa categoría por el Vaticano en el año 1929. Su estilo Neoclásico, las esbeltas columnas interiores, sus 5 vanos arcos de medio punto y semicirculares junto a sus corredores deambulatorios y pórticos extremos, su reloj - todavía con sus piezas originales que datan del año 1910 junto a la enorme campana de 1.200 kgque da vida al reloj y escuchada a 2 Km. de distancia, data del año 1781. y hace 113 años palpitan junto al corazón de todos los villarriqueños.

El Reloj y su campana

El Presbítero Sinforiano Brizueña tomo posesion como párroco de Villarrica el 27 de abril de 1895 y tuvo una intensa y fructifera labor apostolica. Permanecio en el cargo 26 años, hasta 1921, para constituirse en el cura que más tiempo duro como párroco de la Encarnacion, pero volvio a su ciudad en 1932 y fallecio en Villarrica el 11 de de diciembre de 1942.

















Durante el mandato de Pa'i Brizueña fueron traídos el reloj y su campana. Actualmente en la torre existen tres campanas. En una dice Santo Antonio. Ora Pro Nobis. D.F., año 1781, lo que indica que lleva 233 años sonando campantemente.

La campana que da vida al reloj es la más grande, pesa 1.200 kilos, de 1 metro de diámetro en su parte inferior y tiene un espesor de 10 cm con la siguiente inscripcion: donacion de Felix de los Ríos, Victoria, España, año 1910. Su sonido llega a escucharse a 2 km de distancia.

Con esta campana llego un reloj de Torre adquirido por el pa'i Brizueña, de la fábrica de relojes de torre: Hijos de Ignacio Murua, año 1910. Este reloj y la campana fueron levantados al son de los vitores de todos los guaireños el 31 de diciembre de 1910. Hace más de 90 años que palpita junto al corazon de todos los villarriqueños.

El Relojero luqueño afincado en Villarrica y ya finado. Patrocinio Matto, cuido el reloj de la catedral desde 1958 a 1980, luego lo cuido su hijo Dionisio hasta que fallecio en 1990 y desde ese tiempo hasta ahora lo hacen latir al reloj otro hijo de Don Patrocinio: Demesio Matto junto a sus hijos Ruben y Luis Alberto. Cada tres días suben a la torre para dar cuerda al reloj que tiene unos contrapesos de piedra de unos 100 kilos.



La Iglesia de Yvaroty

Desde hace más de setenta años los franciscanos viven en el recinto conventual de Ybaroty y hacen de pórtico de acceso de Villarrica con el esbelto templo neorománico dedicado a la Asunción de María, dando a la ciudad un marco de distinción y belleza en su misma entrada.



En 1946, durante la construcción del Templo

En el rescripto Num. 5905/38 de la Sagrada Congregación de Religiosos con fecha 30 de diciembre de 1938 autorizaba, previo consentimiento del Obispo de la diócesis Mons. Agustín Rodríguez, que la Provincia de Cantabria erigiera Novam Domum Religiosam, es decir, un Convento in civitate Villarrica y aceptara una Parroquia para el bien de los fieles, permitiendo, mediante otro Decreto de la misma fecha, hacerse cargo de la Parroquia Assumptionis B.M.V. in civitate Villarrica, de la que los franciscanos se hicieron responsables inaugurándose como Parroquia el 5 de marzo de 1939.


Su ubicación no fue en el centro de la ciudad, como había sido la anterior fundación llamada de Santa Bárbara, sino el marginal barrio de Ybaroty, asumiendo la responsabilidad de un área respetable, es decir Ybaroty con sus aledaños y compañías Rincón, Mbopikua, Tuyutimi, Tuyutiguazú, Pisadera… sin hablar de pueblos – parroquia como Mbocayaty, Borja’i (Natalicio Talavera) incluidos Troche, Caaguazú con Pastoreo, distante el último 120 kilómetros, que también le pertenecían. Hasta los años 1960 se fue prolongando la atención de estos lugares, con las limitaciones del caso. Por más que en primera instancia fueran cedidas a los franciscanos por un período de tres años, pero debido a la escasez del clero diocesano, se fue dilatando su acompañamiento hasta el año 1960. Como se ve, va más de 20 largos años.

Fray Pedro Zubizarreta fue el primer franciscano en establecerse en Villarrica: el fundador de la residencia y su primer párroco. El 11 de febrero de 1939, llega a Villarrica el esperado Padre Carlos Anasagasti quien con celeridad sería nombrado coadjutor de la Parroquia.

El día 5 de marzo de 1939 es un día histórico para la fundación franciscana y para el barrio Ybaroty, porque en él se inauguró la nueva Parroquia…su titular es Nuestra Señora de la Asunción.

Nuevo templo parroquial

El Padre Carlos Anasagasti fue el sucesor del Padre Pedro Zubizarreta al frente de la Parroquia de Ybaroty, hombre de gran dinamismo y creatividad.

La obra más prestigiosa de Anasagasti, es el nuevo templo de Ybaroty, al que dio inicio el 15 de agosto de 1945. Al término de la procesión de la fiesta patronal el Obispo Mons. Rodríguez dio la bendición a la colocación de la primera piedra. 

El diseño se tomó a lo simple y muy a lo franciscano, mirando las páginas de un diccionario. Se inspiraron para el frontis y algún otro rasgo de la catedral francesa de Angulenme, por lo que mantiene los bellos rasgos de un románico moderno que atrae la atención y la mirada de cuantos pasen por su frente. Las dificultades económicas impusieron un compás de espera en la marcha de la construcción. 

El P. Carlos Anasagasti fue nombrado Obispo del Beni, Bolivia en 1951 y sus obras en Villarrica quedaron truncadas. Con este nombramiento quedaba el templo parroquial inconcluso. La Custodia eligió al Padre Andrés Saralegi para que tomara las riendas de la Parroquia y siguiera las obras.

El mismo que inició las obras del nuevo templo, Mons. Carlos de Anasagasti, tendría a su cargo la bendición e inauguración de esta joya de arte neorrománico, que orgullosa ostenta Villarrica ante propios y extraños. La solemne inauguración se llevó a cabo el 21 de junio de 1959. En la ocasión, Mons. Carlos fue recibido y agasajado por los ybaroteños como la figura sobresaliente de los franciscanos, Padre activo y querido del barrio Ybaroty.



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